En la actualidad el tema “ejercicio en ayunas” es algo controversial debido a que podemos encontrar todo tipo de información en redes sociales e internet, esta información puede llegar a confundirnos y hacernos pensar si es correcto recomendarlo a los pacientes o no. Hoy en día existe una creencia generalizada de que realizar ejercicio en ayunas acelera la pérdida de grasa, es necesario revisar evidencias científicas que expliquen la influencia que tiene el consumo de alimentos previo a una sesión de ejercicio, esto para comprobar si el entrenamiento en ayunas favorece la utilización de ácidos grasos como sustrato energético, así que adentrémonos en el tema.
Las células de nuestro cuerpo obtienen la energía necesaria para realizar sus funciones a partir de la oxidación de nutrientes. Tras la ingesta de carbohidratos la glucosa es empleada como fuente de energía por los distintos tejidos del cuerpo o es almacenada como glucógeno en el músculo esquelético y en el hígado.
Los resultados de distintos estudios muestran que en periodo de ayuno las reservas de glucógeno se encuentran agotadas y el nivel de insulina está disminuido, por lo tanto, el cuerpo procede a oxidar las grasas y utilizarlas como energía.
El asunto es que el proceso de pérdida de grasa es mucho más complejo que eso y se ve determinado por distintos factores como las calorías ingeridas, la calidad de los alimentos, la actividad física, entre otros hábitos, y va más allá de realizar una sesión de ejercicio sin haber ingerido alimentos.
En un estudio arrojado el año 2014 por Brad Jon Schoenfeld y col, en la Revista de la Sociedad Internacional de Nutrición Deportiva (JISSN), se analizaron y compararon los efectos de realizar ejercicio aeróbico en ayunas y después de la ingesta de alimentos.
Los resultados arrojaron que los cambios obtenidos en la composición corporal (Índice de masa corporal, peso, porcentaje de grasa, circunferencia de cintura, masa grasa y masa magra) en ambos grupos fueron similares, sin importar si el individuo se encontraba o no en un estado de ayuno previo al ejercicio.
Asimismo, los resultados arrojados por los distintos estudios que sostienen esta teoría no son significativos, por lo tanto, no se puede concluir que el realizar sesiones de entrenamiento en ayunas sea más efectivo para oxidar grasa.
- Autor:
LNCA María José Carvajal Silva.
Bibliografía:
Schoenfeld, B., Aragon, A., D Wilborn, C., W Krieger, J., & T Sonmez, G. (2014). Body composition changes associated with fasted versus non-fasted aerobic exercise. Retrieved from https://jissn.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12970-014-0054-7?fbclid=IwAR2MSUVbmYliLOrIwEhh_3KWZ4pms-Kzj4KXLup-X7CKXmWjMNR1H0IwmiY
Oetinger G., A., & Trujillo G., L. (2015). Beneficios metabólicos de realizar ejercicio en estado de ayuno. Retrieved from https://scielo.conicyt.cl/pdf/rchnut/v42n2/art05.pdf
MacMillan K., N. (2009). EJERCICIO Y QUEMA DE GRASA: ¿COMER O NO COMER ANTES DE ENTRENAR?. Retrieved from https://scielo.conicyt.cl/pdf/rchnut/v36n1/art08.pdf