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SARCOPENIA

La SARCOPENIA representa una pérdida de fuerza y ​​masa muscular en las personas mayores y es un determinante importante del riesgo de caídas y de la capacidad disminuida para realizar las actividades de la vida diaria, lo que a menudo conduce a la discapacidad, la pérdida de la independencia y la muerte.

Las consecuencias nocivas de la sarcopenia en la vejez son la pérdida de fuerza muscular, que se induce a sí misma a la pérdida de movilidad, el deterioro neuromuscular y el síndrome de falla del equilibrio homeostático con trastornos de la marcha y el equilibrio. Todas estas discapacidades inducidas por sarcopenia son factores importantes para una mayor tasa de caídas y fracturas en la vejez. Tanto las caídas como las fracturas provocan hospitalización e inmovilización, lo que nuevamente induce sarcopenia.

La mayoría considera que la sarcopenia es una parte inevitable del envejecimiento. Sin embargo, el grado de sarcopenia es muy variable y depende de la presencia de ciertos factores de riesgo

  • Estilo de vida sin ejercicio: Una disminución gradual en el número de fibras musculares comienza alrededor de los 50 años. La disminución de la fibra muscular y la fuerza es más pronunciada en pacientes con estilo de vida sedentario en comparación con pacientes físicamente más activos
  • Influencias del desarrollo temprano: El bajo peso al nacer, un marcador de un ambiente temprano pobre se asocia con una reducción de la masa muscular y la fuerza en la vida adulta. 
  • Remodelación de unidades motoras: También se produce una reducción relacionada con la edad en las células nerviosas motoras responsables de enviar señales desde el cerebro a los músculos para iniciar el movimiento.
  • Síntesis y regeneración de proteínas: Una disminución en la capacidad del cuerpo para sintetizar proteínas, junto con una ingesta inadecuada de calorías y/o proteínas para mantener la masa muscular, es común en la sarcopenia. Las proteínas oxidadas aumentan en el músculo esquelético con el envejecimiento y conducen a una acumulación de lipofuscina y proteínas reticuladas que se eliminan de manera inadecuada a través del sistema de proteólisis.
  • Desequilibrio hormonal y de citocinas: Las disminuciones relacionadas con la edad en las concentraciones de hormonas, incluidas la hormona del crecimiento, la testosterona, la hormona tiroidea y el factor de crecimiento similar a la insulina, conducen a la pérdida de masa y fuerza muscular. 

MEDICIONES PREVENTIVAS

Un régimen de ejercicio se considera la piedra angular en el tratamiento de la sarcopenia. Se ha demostrado que el ejercicio de resistencia a corto plazo aumenta la habilidad y la capacidad del músculo esquelético para sintetizar proteínas. Se ha demostrado que tanto el entrenamiento de resistencia como el entrenamiento de fuerza de los músculos son intervenciones algo exitosas en la prevención y el tratamiento de sarcopenia.

Una nutrición adecuada retrasa la progresión de este síndrome y contrarresta la resistencia anabólica, es así como la ingesta de proteínas de alto valor biológico a lo largo de la vida y no haber sufrido malnutrición generan un menor impacto en la disminución de la masa muscular inherente al proceso de envejecimiento se recomienda el consumo de carne (res, cordero, cerdo, pescado) y huevos ya que contienen compuestos biológicamente activos tales como la creatina, la carnitina y el ácido linoleico conjugado, que tienen impacto significativo sobre el metabolismo proteico humano

AUTOR

EL.N Brenda