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ALERGIAS ALIMENTARIAS

La alergia alimentaria se define como una “reacción adversa hacia determinados alimentos, que surge de una respuesta inmune específica, ya sea mediada por inmunoglobulina (Ig) E, por células o por ambos”.
La Organización Mundial de Alergia ha declarado que 2.5 % de la población en general padece algún tipo de alergia alimentaria, aunque los valores pueden variar de 1 a 10 % dependiendo de la forma como se diagnostica, la metodología de estudio, la variación geográfica y la edad, entre otros factores.

Numerosos estudios sobre las alergias alimentarias se enfocan en un grupo particular de alérgenos denominados “los grandes ocho”, alérgenos que en Norteamérica causan alrededor de 90 % de las alergias a alimentos e incluye los productos más alergénicos: leche, huevo, pescado, marisco, nueces, cacahuate, trigo y soya.

FACTORES DE RIESGO

La predisposición a presentar alergia alimentaria se ha relacionado, como en otros tipos de alergias, a factores genéticos. Uno de los factores de riesgo más importante para la presentación de esta patología es el consumo de alimentos alergénicos por la madre durante el embarazo. El intestino es uno de los órganos que presenta mayor contacto con agentes externos, incluidos los alimentos y un gran número de microorganismos benéficos para nuestra salud, razón por la cual, en este órgano predomina un perfil tolerogénico del sistema inmune, sin dejar de desempeñar un papel protector.

TRATAMIENTO

Indiscutiblemente, el tratamiento más simple y efectivo en la alergia alimentaria es la dieta de eliminación, la cual debe individualizarse y ofrecer alternativas para garantizar el aporte de nutrimentos del alimento por evitar (como leche o huevo, alimentos altamente proteicos), además de instruir al paciente para el análisis del etiquetado nutricional de los alimentos.

CONCLUSION

Las alergias alimentarias son reacciones adversas al sistema inmunológico a ciertos alimentos, que pueden variar desde síntomas leves hasta reacciones graves como el shock anafiláctico. Es crucial identificarlas y evitarlas para prevenir complicaciones. La educación sobre alérgenos y la gestión cuidadosa de la dieta son esenciales. Además, el acceso a tratamientos, como auto inyectores de epinefrina, puede ser vital en casos de reacciones severas.

REFERENCIAS

Johansson SGO, O’B Hourihane J, Bousquet J, Bruijnzeel-Koomen C, Dreborg S, Haahtela T, et al. A revised nomenclature for allergy. An EAACI position statement from the EAACI nomenclature task force. Allergy. 2001;56(9):813-824. DOI: 0.1034/j.1398-9995.2001.t01-1-00001.x.

Burks WA, Jones SM, Boyce JA, Sicherer SH, Wood RA, Sampson HA, et al. NIAID-sponsored 2010 Guidelines for Managing Food Allergy: applications in the pediatric population. Pediatrics. 2011;128(5):955-965. DOI: 10.1542/peds.2011-0539.

E.L.N. ANDREA SOFIA HERRERA